Artículo de Elle, POR INÉS MARTÍNEZ19/09/2020
Extremadura se presenta como la escapada perfecta para desconectar este otoño. Viajamos a El norte de Cáceres para descubrir en todo su esplendor la belleza de esta comarca.
Aunque no es el destino vacacional más buscado, podemos decir que cuando pisas Extremadura, te faltan días para descubrirla.
Los espectaculares valles extremeños del norte tienen el encanto suficiente para seducirnos en las cuatro estaciones del año: pozas y gargantas para refrescarse en verano, robles y castaños que dan la bienvenida al otoño con sus tono marrones, las fiestas de Jarramplas y San Blas bajo, los picos nevados en invierno, los cerezos en flor que dan color en primavera, el olor y sabor de la ruta del Pimentón de La Vera con todo su despliegue culinario…
Los valles de Ambroz y Jerte, junto a la Vera y la sierra de Gata, serán nuestra propuesta para disfrutar de una escapada de cuatro días que huye de prisas y masificaciones. Si buscas un campamento base, la histórica ciudad de Plasencia no te defraudará.
Ruta 1: El Valle del Jerte
Siempre nos quedaremos alucinados cuando veamos millones de cerezos luciendo con su esplendor blanco y brillante en cada primavera. Si seguimos la carretera que conecta los pequeños pueblos del Jerte, podremos admirar el blanco manto que tiñen con sus hojas en flor los cerezos del Jerte. Y aunque estés fuera de la temporada del Cerezo en Flor, siempre habrá una excusa perfecta para adentrarse en alguno de sus típicos y bellos pueblos, jalonados por soportales y balcones en desnivel, que hacen las maravillos del visitante.
Cerca de esta ruta, tenéis el pueblo de El Piornal, donde cada año se celebra la fiesta del Jarramplas. Aunque también cerca, siempre podremos tomarnos un café en el Mirador de Aurelio. También disfrutaremos de la curiosa vista que ofrece El Mirador de la Memoria, donde podréis contemplar unos curiosos cuerpos desnudos que atisban el horizonte plantados en la piedra del mirador. Cualquier vista panorámica que ofrece El Valle del Jerte, es para no perdérsela.
Si por otra parte, sois buenos aficionados al senderismo, rutas como la de las nogaledas (unos 4 kms) te descubrirán cascadas espectaculares como la cascada del Caozo, pozas para no dejar de fotografiar como las de la Reserva Natural de la Garganta de Los Infiernos. Esta ruta sugerida dura algo más de una hora, y merece mucho la pena.
Ruta 2: La ruta del Pimentón de La Vera y su entorno.
Dejamos el decorado de cerezos y nos sumergimos en un paisaje poblado de castaños, dehesas y robles. Con una bellísima mezcla de tonos marrones y verdes, avistaremos el Monasterio de Yuste (cercano a la localidad de Cuacos de Yuste), residencia en sus últimos días de Carlos V de Alemania y I de España. No dejes pasar la oportunidad de visitar este monasterio. Podrás ver su iglesia gótica, sus estancias reales, perfectamente conservadas, y pasear en el silencio del claustro renacentista.
Cerca de esta construcción histórica, tenéis el cementerio alemán de Cuacos de Yuste. En este lugar, descansan los soldados alemanes que cayeron durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Contemplar sus cruces negras, con una alineación perfecta, es una experiencia visual que invita al silencio y la meditación.
Si nos sumergimos en la localidad de Cuacos de Yuste, podremos admirar el conjunto historico-artístico que nos espera. Con sus plazas porticadas, como la plaza de Juan de Austria, las terrazas que adornan la plaza de España, y el singular encanto de la Fuente de los chorros. Todo un lujo que se disfruta sin pagar un euro.
Inmersos en esta ruta, navegaréis entre secaderos de pimentón y tabaco. No conviene olvidar que estamos ante la ruta del Pimentón de la Vera, ese ingrediente que enaltece cualquier plato que se precie. Oro rojo preciado por cualquier chef al que le gusta la cocina de calidad.
Ruta 3: La Sierra de Gata
Todo un secreto perfectamente conservado. Estamos ante la frontera con Salamanca al norte y Portugal al Oeste. Avanzamos por una carretera flanqueada por pinares y castaños, y olivares, que han dado lugar a la Denominación de Origen de su aceite.
Podremos admirar pueblecitos como Robredillo de Gata. Casas construidas con pizarra, calles estrechitas que forman parte de la montaña, nos van a dejar con la boca abierta. Para completar esta visita, nos acercaremos a su hospital del siglo XV y culminaremos con un buen plato de ternera en la bodega del marqués, pegada al río Árrago.
Para no acabar con los pueblecitos que preservan la esencia de otros tiempos, no hay que olvidarse de visitar Gata y Hoyos. En Trevejo podréis admirar un castillo construido sobre una construcción militar musulmana que data del siglo XII, destruida durante la invasión de Francia.
Pasamos a San Martín de Trevejo. El pueblo que nos descubrirá la arquitectura popular por derecho. Un pueblo pequeño que nos maravillará por su arquitectura, y el don de sus gentes, que hablan en un dialecto mezcla de influencias gallegas y portuguesas. Para rematar el día, aconsejamos degustar un vino de la zona en su Plaza Mayor.
Ruta 4: El Valle del Ambróz
Entre Jerte y Cabezuela del Valle, encontramos la carretera que nos conducirá hasta el puerto de Honduras. Todo un entramado de curvas (para disfrutar conduciendo del espectacular paisaje), que hay que negociar con calma, la calma necesaria para disfrutar lentamente del paisaje que se abre ante nuestros ojos. Llegaremos a Hervás, para admirar su judería, una de las mejor conservadas de nuestro país. También es habitual comer muy bien en Hervás, con unas carnes y productos de temporada realmente espectaculares.
Muy recomendable realizar la ruta de la Chorrera, que nos propone caminar a través de un bosque de castaños y robles, que nos conducirá hasta la cascada, cerca del nacimiento del río Ambroz. Podremos disfrutar el doble, si hacemos este camino en Otoño, que coincide con la celebración del «Otoño Mágico», que celebra el Valle del Ambroz.
También podemos acercarnos a Coria, un lugar para escaparse y contemplar en todo su esplendor su majestuosa catedral, o las ruinas de la ciudad romana de Cáparra, en el Valle del Alagón.
Las Hurdes nos mostrarán su naturaleza salvaje, poblada de curiosos pueblos de pizarra, y sitios donde deleitar la vista, como el meandro de Melero.
Todo este show de pueblos, naturaleza, gastronomía y cultura popuplar, os espera en el Norte de Cáceres. Y promete sorprenderos. Y si no, al tiempo…