Un proceso artesanal que mantiene la tradición
RECOGIDA DE LOS FRUTOS DE PIMIENTO ROJOS.
En septiembre y octubre, con los pimientos maduros se realiza la recolección, de las variedades Jaranda, Jariza, Jeromín y Bola.
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El asentamiento definitivo del cultivo en La Vera tiene lugar a mediados del siglo XVIII, en pequeños bancales en la margen derecha del río Tiétar, en los llamados linares, sustituyendo al cultivo del lino.
La imposibilidad de la industria textil artesanal de la zona para competir con la moderna industria catalana, provocó el abandono de estas producciones. A partir de este momento, los linares se dedicarán al cultivo del pimiento pimentonero, y será este cultivo el que, a partir de principios del siglo XX, transforme la situación económico-social de la comarca.
A principios del siglo XIX la Vera era ya una importante zona de producción de pimentón; así lo confirma el Conde de Canilleros, que al referirse a la Extremadura de 1829, dice textualmente: «Jaraíz, es hoy, uno de los primeros centros de pimentón». Serradilla (1998).
El incremento de la demanda de Pimentón de la Vera provocó la extensión de su cultivo.
La puesta en marcha de los regadíos de la margen derecha del río Tiétar, antes de finalizar la Guerra Civil Española, y la posterior ampliación a la margen izquierda, con la construcción del pantano del Rosarito, ya en la década de los años cuarenta, extendió el cultivo del pimiento hasta el Campo Arañuelo.
El secadero es el elemento imprescindible para la realización del primer paso en la elaboración de pimentón, y que históricamente, en esta zona, viene realizándolo el agricultor.
Empiezan a surgir los primeros comerciantes-exportadores, que compraban el pimiento seco a los productores, para luego ellos ocuparse de la molienda. Esta circunstancia puso el mercado del pimiento en manos de unos pocos provocando una situación de oligopolio que provocó una pérdida de rentabilidad al agricultor (Fernández Manzano, 1981a), lo que llevó a un grupo de agricultores del término de Jaraíz de la Vera, a agruparse, en el año 1914, en un Sindicato Católico, de la mano del párroco de la Iglesia de San Miguel de este municipio, D. Marcelo Giraldo.
EL SECADO
En los secaderos tradicionales de La Vera se deshidratan los pimientos. Hogar de leña inferior, y en la parte alta se colocan los pimientos. Cada día se hace un volteo manual para favorecer el secado uniforme de los pimientos. Secaderos de corriente vertical al humo.
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Molienda
En molinos de piedra de esmeril, dispuestos en batería, se realiza la molienda de los pimientos secos, pasando tres o cuatro veces hasta conseguir la textura adecuada del Pimentón de La Vera.
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PIMENTÓN DE LA VERA CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN PROTEGIDA
Aroma y Sabor ahumados, y estabilidad de color, certificado con su contraetiqueta numerada. Cada envase contiene una porción singular de una especia única en el mundo.
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Según consta en el Libro de Actas de esta asociación, el día 6 de mayo de 1937, queda oficialmente constituido el “Sindicato de Productores de Pimentón de Jaraíz de la Vera”.
Otro importante movimiento asociacionista surgió en La Vera en el año 1936, que agrupó a los fabricantes-exportadores de Pimentón de la Vera.
La asociación se llamó “Gremio Oficial de Exportadores de Pimiento Molido de la Provincia de Cáceres”, cuyo objetivo principal era defender el Pimentón de la Vera, ya diferenciado del resto de pimentones producidos en otras zonas de España.
Posteriormente, en 1952, se constituye el “Consorcio de Exportadores”, dependiente del “Gremio Oficial de Exportadores de Pimentón” y responsable de la fijación de los precios máximos de compra de rama y de precios mínimos de venta de pimentón.
El lento proceso de secado
Las lluvias otoñales coincidentes con el momento de la recolección del pimiento (septiembre-octubre) obligaron a desarrollar un proceso alternativo al secado al sol.
A medida que el cultivo fue adquiriendo importancia, y tras la puesta a punto del sistema de elaboración de pimentón, que al principio se hacía de una forma artesanal, tostando los pimientos que posteriormente se trituraban en morteros, se fue desarrollando un sistema para secar los frutos en grandes cantidades, pero con la misma fuente de calor, el humo procedente de la combustión de leña, y así los agricultores veratos del siglo XVII pusieron a punto el secadero de corriente vertical con hogar inferior, que se viene utilizando en la zona desde entonces.
Estos secaderos se construían en las propias parcelas de cultivo. Al principio, el pimiento seco se machacaba en el mismo secadero con pisones de madera, hasta que las cantidades demandas Pimentón de la Vera empezaron a ser grandes y los agricultores empezaron a utilizar los molinos hidráulicos de cereal que jalonaban las gargantas de la Vera, a los que transportaban el pimiento en grandes sacos o costales que denominaban «maquilones», cada maquilón equivalía a 80 kilos de pimiento. El pimentón así obtenido se conocía como Pimentón de la Vera, y estaba claramente diferenciado del producido en Murcia por las variedades utilizadas y por la forma de secar los pimientos.
Como el pimentón elaborado era exactamente igual en todas las comarcas cacereñas referidas, ya que se cultivaban las mismas variedades que en la Vera, se secaban al humo y se molían en molinos de piedra, la mayoría concentrados en la Vera. El término «Pimentón de la Vera» quedó unido al pimentón ahumado producido en esta comarca y por extensión al elaborado por el mismo procedimiento en toda la zona norte de Cáceres.