El plazo para solicitar la subvención para comprar madera de roble y encina, utilizada en los secaderos tradicionales, finaliza la semana próxima .

fuente de la noticia: HOY

Uno de los pasos fundamentales en la elaboración del pimentón es el secado de los pimientos con los que se elabora. Hacerlo a la manera tradicional supone, además de mucho esfuerzo, un coste elevado en leña.

Para hacer frente a ese gasto que deben asumir en las explotaciones, ya que el pimiento sale del campo seco y troceado, existe una línea de ayudas –destinada al fomento de la utilización de biocombustibles, leña de quercíneas en este caso– que se abre anualmente y llega a unos 300 productores en cada ejercicio.

En este 2021, la convocatoria se publicó el pasado 14 de mayo, por lo que se pueden solicitar las ayudas durante toda la semana que viene. Con ellas, las explotaciones pueden recibir hasta 1.500 euros con los que adquirir leña de encina o de roble para quemarla en la parte inferior de los secaderos. «La cuantía depende de la producción de pimiento del año anterior», explica Bonifacio Sánchez, secretario técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Pimentón de la Vera.

El secado a la manera tradicional es obligatorio para poder certificar el pimentón con Denominación de Origen

Este sello obliga a que el secado de los pimientos se haga de la manera tradicional para certificar la calidad del pimentón que se produzca. Es un método que surgió para hacer frente a los otoños lluviosos que tiene la comarca de La Vera. Una forma de luchar contra la humedad que suele haber en las fechas de la recogida –la campaña comienza en el mes de septiembre– y de que los pimientos adquieren el toque ahumado que luego pasa al sabor del pimentón y que caracteriza a este producto. «Las explotaciones de la comarca de La Vera tienen una media de dos o dos hectáreas y media y la mayoría de los productores tiene que comprar la leña», expone el secretario técnico del consejo regulador.

El secado se realiza en unas construcciones de dos plantas donde los pimientos pasan entre siete y diez días. Se sitúan en la parte superior, que es una especie de emparrillado de madera que permite el paso del humo, pero evita que los pimientos caigan al piso inferior –que tiene unos dos metros y medio de altura– en el que está el hogar de leña. La madera debe reponerse cada cuatro horas, por lo que es necesaria bastante cantidad para completar el proceso.

Dotación

La convocatoria está dotada con 250.000 euros, que la Consejería de Agricultura financia con fondos propios de la comunidad. Además, si el volumen de solicitudes o de la cuantía de las mismas crece y se agota esa cantidad, los presupuestos regionales contemplan la posibilidad de aumentarla hasta los 300.000 euros.

Los solicitantes deben cumplir una serie de requisitos, aunque el principal es que realicen el secado del pimiento al estilo tradicional y en secaderos identificados. «Las pueden solicitar personas físicas, las comunidades de bienes y también las personas jurídicas», explican desde la Consejería, para añadir que estas subvenciones se hallan acogidas al régimen de mínimis de la Unión Europea para el sector agrícola. «No pudiendo exceder la cuantía total de 25.000 euros en un período de tres ejercicios fiscales», puntualizan.

Estas subvenciones, que cuentan con el visto bueno de Europa, se implantaron hace más de tres décadas, según recuerda Bonifacio Sánchez. La intención con la que nacieron fue la de apoyar a los productores que transformaban el pimiento de forma tradicional.

En la actualidad se trata de una ayuda que sirve para mantener este proceso cuando ya existen instalaciones más modernas que realizan el secado de los pimientos de manera más rápida y con menos coste para el agricultor. Es, también, una manera de proteger la marca Pimentón de la Vera, ya que garantiza que haya productores que realizan el secado como lleva siglos haciéndose en la comarca y nutrir, así, de pimiento seco que se puede certificar a las industrias que elaboran el pimentón.