Los callos a la madrileña gustan mucho, y es una receta muy económica. Porque los callos, como toda la casquería, siempre se ha utilizado en otros tiempos como alimento calórico y nutritivo para gente que tenía que mirar mucho por su bolsillo. Antes, nuestros abuelos se levantaban bien tempranito, a las 6 de la mañana, para encender la lumbre e ir cocinando al fuego lento los callos.
También es un plato que aguanta mucho. Después de cocinar los callos, lo puedes guardar en la nevera y tenerlo 8-10 días tranquilamente hasta ser consumido. Como truquillo, no olvidemos ponerle bastante morro (el del cerdo, claro) y bastante pata para que estén bien gelatinosos.
Juega con nosotros. Hoy cocinamos callos a la madrileña! 🍽
No olvides que vamos a intentar preparar una cacerola para 6 personas. Así que, cuidado con lo que marcamos. Y si no coincide con tu criterio, tampoco pasa nada (es una buena forma de pasar un rato divertido).
INGREDIENTES:
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