Entrevista con
Raúl Amor
Gerente de Patatas Fritas Amor
Fuente del artículo: Extremadura21.com
Comerse una patata frita en casa o en un bar es un gran placer. Aunque a veces resulte cada vez más complicado encontrar un buen producto en el mercado, en unos casos por la textura de la patata, por el exceso de sal o por un sabor indeseado de aceite. Sin embargo, hay pequeñas empresas familiares que apuestas claramente por la claridad del producto y también por la innovación. Un buen ejemplo es la marca Patatas Fritas Amor, ubicada en Aldeanueva de la Vera (Cáceres) que gestiona Raúl Amor junto a Marta Hernández-Cano.
¿Tenías alguna experiencia en el sector de la patata o de los aperitivos?
Mi mujer y yo decidimos crear la empresa en el año 2015. Estábamos en el paro y teníamos un conocido que se dedicaba a este sector en Madrid. Nos gustó la idea y pensamos que se podía elaborar una patata de calidad. No teníamos experiencia y vas aprendiendo en el día a día. La idea es ir despacio pero haciendo las cosas bien, sin atajos, y con novedades como fueron las Patatas con Pimentón de la Vera con D.O.
¿Cómo habéis intentado diferenciarnos desde el principio?
Por los ingredientes de calidad que utilizamos y por la forma de elaborarlas. Utilizamos siempre patata nacional, dependiendo de la temporada. Empezamos con la de Cartagena y Murcia y acabamos con la de Galicia. Siempre patatas de la variedad Agria, que son las mejores para freir. Aunque como todo ser vivo que es, nunca una patata es igual en dos fechas diferentes. De una semana a otra varía. Nos gusta siempre hacer acopio de patata nueva.
La otra clave es usar aceites de calidad. Una de las patatas las freíamos en aceite de girasol al 66% y 33% de aceite de oliva virgen extra. Y otra de las variedades, con 100 oliva virgen extra. Muy diferente de lo que hacen muchas marcas que solo usan un 1, 2 o 5% de aceite de oliva, ni tan siquiera virgen extra, y lo destacan en grande en el envase. Nos gusta hacer una patata desgrasada, sin mucha sal. Que le guste a mucha gente y que huya de esa imagen poco saludable que pueden tener los snacks.
¿Cómo fue la idea de lanza las patatas fritas con Pimentón de la Vera con D.O.?
Lo importante es diferenciarse y en la zona en la que estamos uno de los ingredientes estrellas es el Pimentón de la Vera. Hicimos pruebas y el producto gustó mucho, y hoy es una de las señas de identidad de la marca.
¿Habéis logrado exportar vuestras patatas fritas?
Al ser un producto singular, las patatas fritas con Pimentón de la Vera nos han permitido llegar a Arabia Saudí, Canadá o Portugal. Y hay interés de empresas pimentoneras en introducirlas en Alemania y Centroeuropa.
¿Es un mercado que mira mucho al precio, tanto a nivel de cliente final como de restauración?
La competencia es muy dura. Y además nosotros tenemos el hándicap de que todas las empresas del sector de Madrid están relativamente cerca de nosotros. Y por el tirón turístico de las comarcas del norte de Cáceres, muchos de sus comerciales trabajan la zona. Por la despoblación existente y por concentrarse gran parte del consumo en los meses de verano o en festividades como Semana Santa, hay que desplazarse mucho si quieres vender. Y en la carretera, con los costes de transporte, se va gran parte de la ganancia.